domingo, noviembre 12, 2006

30 días para la reflexión. Día 11: ¿Estamos haciendo todo lo que podemos?

No basta con que las organizaciones dediquemos algunos esfuerzos a la prevención. Es importante, pero si no nos empeñamos de forma decidida en erradicar las situaciones de discriminación y exclusión de las personas que viven con el vih, estaremos dejándonos asignaturas pendientes. Creo que luchar contra el VIH es luchar, entre otras cosas, contra la homofobia, pero también a la inversa. Y esto debe estar en la agenda de todas las organizaciones LGTB. Nos hemos tecnificado mucho, hacemos proyectos de más o menos calidad en prevención… pero nos hemos ido olvidando de que ninguna prevención será efectiva si no va acompañada de una lucha decidida contra el estigma, y que ese trabajo debe ser global y no circunscribirse sólo a determinados colectivos o a unas determinadas zonas geográficas. Desde mi posición como trabajador en prevención, como representante de mi asociación y como persona, sobre todo como persona, no puedo evitar sentir una cierta frustración, un cierto “cabreo” con todos y todas los que podemos contribuir a que un día una persona pueda realmente plantearse la visibilidad de la misma forma que hoy ya nos la planteamos los gays y lesbianas. Me irrita pensar que todos podríamos estar haciendo más.

Estaría más tranquilo si no supiera que mientras escribo y mientras tú lees, mientras acudimos a actos institucionales mientras planificamos, escribimos y justificamos proyectos técnicos hay gente que está teniendo sexo no seguro y quizá se está infectando… en las zonas de cruising, en los bares y saunas, o sencillamente y sobre todo, según indican todas las evidencias, en sus dormitorios… y pienso que igual podríamos haber estado ahí, dando preservativos en las zonas de ligue, organizando más talleres de sexo seguro contándole a la gente que el amor y la monogamia no negociada no garantizan nada, metiendo en la cabeza de los dueños de los bares de sexo la idea de que el condón tiene que ser parte irrenunciable del servicio que ofrecen a sus clientes, como el vaso en el que sirven la copa o el posavasos. Me sentiría mejor si no supiera que, con seguridad, en este momento alguien afronta solo y con miedo el resultado de una prueba, o acaba de sufrir una situación de discriminación por enésima vez… y tantas otras cosas que deberían indignarnos más y ante las que nos volvemos insensibles de tan cotidianas que son.

Alberto Martín-Perez
Vicepresidente y coordinador de la comisión de prevención