lunes, noviembre 06, 2006

30 días para la reflexión. Día 5: Visibilidad (II)


A vueltas con la visibilidad… tantos días escribiendo ya en el blog y aún nos cuesta encontrar a seropositivos y seropositivas dispuestos a poner voz a las cifras, a las gráficas y a los titulares. Nos costó el uno de diciembre y nos costó durante el Orgullo 2006. Con seguridad, plantearse hacerse visible, aunque sea con una firma, como seropositivo o seropositiva significa afrontar el miedo a perder la cobertura de necesidades muy básicas, humanas, muy necesarias para la supervivencia y para el bienestar: supone tener miedo porque si se enteran en el trabajo me pueden echar en la próxima revisión de plantilla -lamentablemente, aún ocurre-, o me pueden acosar hasta que yo me vaya. Si soy trabajadora del sexo y vivo con el VIH, aunque sea la que más me proteja, porque se entiende que en mi trabajo no corro riesgos, porque bastante los corro ya con mis parejas sentimentales, me puedo quedar sin clientes. Supone tener miedo a perder una función básica, una dimensión irrenunciable como es la vivencia de la sexualidad, a que por mucho que me proteja y les proteja, si lo digo, igual nadie querrá acostarse conmigo. Puede significar que las personas con las que comparto una habitación, o un piso, o una relación afectiva de pronto tengan miedo y tenga que irme. Hoy por hoy, y a pesar de los muchos avances que afortunadamente están mejorando la calidad de vida de los seropositivos y seropositivas, en muchos casos ser visible significa hacer una apuesta muy fuerte, lanzarse al vacío sin saber si hay una red ahí abajo… y todos tenemos aportar madejas y contribuir a tejer esa red para que sea lo más tupida posible.

Alberto Martín-Perez
Vicepresidente y coordinador de la comisión de salud de COGAM