viernes, noviembre 17, 2006

30 días para la reflexión. Día 17: Una de consultas

A pesar de toda la información que disponemos sobre el VIH y cuales son sus vías de transmisión, no son pocas las personas con independencia de su orientación sexual, (esto lo venimos observando en nuestro trabajo diario en el grupo de prevención de VIH de COGAM), que no han accedido a información clara y precisa acerca de cómo prevenir la transmisión. A veces lo que ocurre es que reciben mensajes contradictorios y hasta erróneos, en ocasiones dentro del propio sistema sanitario, -no es la primera vez que oímos decir a un medico que “la saliva puede transmitir el VIH”-. También pueden realizan una exhaustiva búsqueda de información en internet, sin verificar las fuentes de dichas informaciones, por lo que es bastante habitual que estas personas utilicen un lenguaje muy técnico sobre la infección por el VIH, identifiquen en sus discursos prácticas sin riesgo como prácticas con riesgo teórico, y por lo tanto, a evitar.

Este último grupo puede, a la vez, minimizar la peligrosidad de las prácticas con alto riesgo para la transmisión del VIH, envolviéndolas en un entorno de “protección imaginaria” (“solo tengo estas prácticas con aquellos a quienes amo”, “yo no voy a saunas”, “no práctico cruising”,“ tengo confianza en mi pareja”, etc...). Es decir, personas que con el mismo nivel de información pueden pensar que follar sin condón con alguien de quien te fías es asumible pero que se aterrorizan con la idea de que las ladillas puedan funcionar como mecanismo de transmisión. O se obsesionan porque ¡se rascan la cabeza y se hacen heridas en el cuero cabelludo! Me pregunto qué desconocida práctica sexual podría implicar algún riesgo en esta circunstancia… no es cuestión de hacer un muestrario de consultas inusuales, pero dan para escribir un libro.

También tenemos consultas de personas para quienes el riesgo se asocia a colectivos determinados (gays seropositivos, trabajadores y trabajadoras del sexo). Y cuando las trabajadoras del sexo son transexuales se encienden las alarmas de los consultantes. Da igual que digas que, aparte de que lo hayan hecho con condón, la prevalencia de VIH entre las trabajadoras del sexo no transexuales es menor que la de la población general de mujeres, que digas que los seropositivos que saben que están infectados son quizá los más constantes en el uso del preservativo. No, necesitan oír que no, que no han tenido prácticas de riesgo para la transmisión del VIH. Insistes en comentarles que no tiene que ver con lo que eres, ni con lo que haces sino con cómo lo haces. Lo que estas actitudes y demandas de información nos están mostrando son los prejuicios e informaciones erróneas que se tienen acerca de las personas seropositivas y los/as trabajadores/as del sexo.

Marisa Planet
Técnica de prevención. Grupo de prevención de COGAM

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

doy fe... a veces alucino con lo k cuentan cuentan mis amigos. enamorarse es un peligro xk bajas la guardia k da gusto... por no hablar del calenton..a mi tambie me ha pasado y luego es una komedura de tarro

1:16 p. m.  

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