30 días para la reflexión. Día 30: Un mes después

Cuando Myriam y yo nos planteamos abrir este blog, mi sueño era que quienes viven con el VIH lo tomaran “al asalto”, que encontraran su lugar para hacer públicas sus necesidades, sus peticiones, sus miedos, sus esperanzas, sus ilusiones, las buenas experiencias y también las malas. Me habría gustado tener más testimonios, la verdad… Para mi es un objetivo no cubierto, y creo que tiene un significado; ni siquiera el “anonimato” que proporciona internet es suficiente para que un número importante de personas decidan exponerse al fantasma de la discriminación. Tiene que darnos que pensar. Myriam y yo también hemos estado esperando textos de representantes políticos y de personalidades que en algún momento mostraron interés por participar en el blog y que finalmente no llegaron… creo que hablar sobre VIH/SIDA sigue siendo complejo y difícil.

Quedan cosas por decir, a mi, por ejemplo, me habría gustado encontrar un hueco para hacer un planteamiento crítico de lo que yo llamo el “absolutismo prevencionista” de las organizaciones que bien podríamos ir cambiando ya decididamente el chip hacia la disminución de riesgos, y a educar en la responsabilidad y la independencia, al menos en las intervenciones individuales y grupales. Será en otra ocasión.

Esta noche es el momento del recuerdo. Porque si es importante que hablemos, no menos importante es que recordemos. Esta noche tengo un recuerdo especial para los chicos valientes de Pradosegar que se han atrevido a dar la cara, y que me demuestran que la confianza, el respeto y el cariño son el mejor entorno para visibilizarse. Esta noche, en la puerta de Alcalá, mi corazón está con todas las personas que sufren, como yo, a causa de esta epidemia. Y mis lágrimas son para Paco, que tuvo la mala suerte de ser demasiado sensible para soportar el infierno que le tocó vivir sin tener que fabricarse una realidad distinta y para JM que en algún sitio, sé que sigue escuchando a Depeche Mode y bailando "Everything counts"

Por último agradecer a todos y todas vuestros textos y comentarios, dar las gracias a quienes nos habéis leído… seguid haciendolo y sigamos creando discursos en torno a esta epidemia. Sólo cuando hablamos de las cosas podemos entenderlas e integrarlas con normalidad en nuestras vidas. El blog queda abierto; si el Corte Inglés hace que su semana de oro dure quince días, ¿por qué nosotros no íbamos a hacerlo cuando del SIDA debemos hablar los 365 días del año?

Alberto Martín-Pérez
Vicepresidente y coordinador del área de salud.